UC - Críticas
| País: USA. Género: Comedia. Guion: Shawn Harwell y Chris Henchy. Producción: Will Ferrell, Zach Galifianakis, Adam McKay y Jay Roach. Música: Theodore Shapiro. Fotografía: Jim Denault. Montaje: Craig Alpert y Jon Poll. Diseño de producción: Michael Corenblith. Vestuario: Daniel Orlandi. Distribuidora: Warner Bros. Pictures International España.
Estreno en España: 19 Octubre 2012. Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años. |
Interpretación: Will Ferrell (Cam Brady), Zach Galifianakis (Marty Huggins), Dylan McDermott (Tim), Jason Sudeikis (Mitch), Brian Cox (Raymond), John Lithgow (Glen Motch), Dan Aykroyd (Wade), Katherine LaNasa (Rose Brady). |
EL CIRCO POLÍTICO
"En Campaña Todo Vale" plantea un interesantísimo punto de partida: destripar el circo político que mueve las campañas electorales en busca del voto que facilite el poder sobre el pueblo en lugar de buscar el voto para que el pueblo sea más poderoso. Por desgracia, lo que podría haber sido una gozosa sátira política de rabiante actualidad, se convierte en una sucesión de gags de humor grueso de dudosa gracia para ocultar la falta de profundidad crítica real de la propuesta como demuestra el blando desenlace.
SINOPSIS: Cuando el congresista Cam Brady (Will Ferrell), que lleva mucho tiempo en su puesto, comete un grave error en público antes de unas elecciones, dos ejecutivos muy ricos planean presentar un candidato rival y conseguir influencia sobre su distrito de Carolina del Norte. Su candidato: el ingenuo Marty Huggins (Zach Galifianakis), director de la Oficina de Turismo Local. Al principio, Marty parece ser la elección menos afortunada, pero con la ayuda de sus nuevos benefactores, mediante una agresiva campaña y gracias a las conexiones políticas de su familia, pronto se convierte en un rival que proporciona muchas preocupaciones al carismático Cam.
La película se apunta a la moda del humor zafio, escatológico y con constantes referencias sexuales (vamos, el método más facilón de toda la vida para buscar la risa cuando se carece de talento), que en su búsqueda por escandalizarnos sólo logra nuestro constante bostezo. De ese modo, los breves instantes de genio (el puñetazo al bebé y al perro Uggie, el gag recurrente de la puerta, etc), quedan diluidos en un bochornoso y previsible desarrollo poco ingenioso que deja a un lado el tono crítico y satírico que debería tener el film.
Tan sólo la estética kitsch del conjunto y la presencia de Zach Galifianakis como uno de los candidatos, animan un poco el cotarro, logros insuficientes para una comedia burra que debería enfocar sus dardos envenenados hacia lo que verdaderamente importa: la hipocresía de la clase política y las mentiras mediáticas de que se sirven para convencer a la población. Pero no, el torpe de Jay Roach prefiere pasarse el rato contándonos chistes sobre tetas, culos y penes, lo que me parece francamente infantil.
TRAILER